Arruinados por la euforia

 Una final en cualquier deporte siempre genera muchas emociones fuertes, donde en algunas ocasiones es difícil controlarlas

Hugo Maximiliano Rodríguez Rivera

Durante la reciente final de basquetbol entre ‘Halcones de Xalapa’ y ‘Diablos Rojos’ se vivió un ambiente increíble, dejando además de un partido muy cerrado, muchas reacciones de parte de la grada de apoyo.

 Con el avance del juego y en medio de tiempos fuera, animaciones impulsadas por las porristas y demás, fue que se logró un “Nido del Halcón” lleno de gritos de apoyo, frustración y euforia en general.

Fue durante el desarrollo del último cuarto que toda la afición ensordeció a los jugadores, alzándose de sus asientos, gritando, aplaudiendo, abucheando, todo entre alcohol y comida chatarra.

Esto último fue lo que más abundó alrededor de todas las gradas, puesto que en los minutos finales y al presenciar un error del equipo local, un aficionado no pudo más y se levantó exaltado, enojado y frustrado con el rendimiento.

Lo que ocasionó de manera accidental, que tirara los nachos de otra aficionada sentada detrás de él, llenos, sin poder degustar ninguno, el alimento cayó y se desparramo en todo el suelo delante de ella, dejándola con hambre.

Lucha por no caer borracho

 La lucha libre es visitada constantemente por todo tipo de espectadores, en esta ocasión se enfoca en aquellos quienes lo viven al máximo.

Hugo Maximiliano Rodríguez Rivera

Durante las luchas se viven muchísimas emociones diferentes, frustración, éxtasis, tristeza, alegría, entre muchas otras; todas representadas de manera única por cada una de las personas que atienden a dicho evento.

Al mismo tiempo del inicio de “Territorio de Clase Mundial Dos Modalidades”, ocurrió un suceso que refleja la diversidad de emociones en los espectadores presentes; un individuo en probable estado de ebriedad se acercó a un grupo de jóvenes.

Dicha persona contaba con no menos de 50 años, estatura aproximada de 1.50 metros y en probable estado de ebriedad, al momento de acercarse al grupo de chicos e intentar hablar chorrea saliva de su boca semiabierta de manera rara.

Los chavos fueron sorprendidos por sus balbuceos, logrando asustarles.

A pesar de su estado, demostró ser una persona bastante agradable, amigable y con una gran afición a las luchas.

Balón perdido en Naturalia

La historia sobre cómo se desarrolló el partido de fútbol en el parque Naturalia con un final inesperado.

Hugo Maximiliano Rodríguez Rivera

Durante un soleado día de domingo, el parque Naturalia abrió sus puertas a las 9:00 horas, con un grupo de personas que madrugaron para poder pasar un rato en las distintas áreas verdes que cuenta o simplemente para ver a los animales.

Dicho recinto cuenta con una zona con juegos para los más pequeños con resbaladillas, columpios y una cancha multiusos para basquetbol y fútbol que fue utilizada por un grupo de niños José, David e Iñaki.

El partido se inició con cuatro chicos, que eligieron una portería y se decidieron por turnar portero con cada gol que se metiera, después de un rato de jugar debajo del tajante sol el partido fue abruptamente interrumpido.

Durante un ataque de José y un forcejeo con David, el balón salió disparado en un rechace, pasando por encima de la portería que Iñaki protegía, salió tan alto que fue imposible seguirle el rastro y recuperarlo.

Fue hasta que se escuchó un fuerte estruendo que la gente alrededor se acercó y descubrió el paradero de la esférica, en el corral de los chivos, se pudo ver en uno de los cuernos de dichos animales, la pelota claramente, ponchado.